Psicología

El área de Psicología buscará deconstruir la idea de la discapacidad intelectual ligada a la de patología. Tener una discapacidad intelectual no supondrá, en sí mismo y necesariamente, requerir de un tratamiento de atención psicológica. El requerimiento de un tratamiento por parte de un concurrente podrá ocurrir o no, podrá constituir una necesidad trabajar la elaboración del sentido dado a su discapacidad o no, será una posibilidad, un espacio de elección, mas nunca un requisito o condición.

La potenciación de condiciones psíquicas saludables y estabilizadoras será trabajada en un marco preventivo y vincular, desde estrategias grupales que promuevan el establecimiento de transferencias entre pares, el fortalecimiento sublimatorio del saber hacer y el enriquecimiento de las potencialidades desde diversos proyectos creativos y propulsores de autodeterminación y autonomía. En este sentido, se propiciará la asunción de un posicionamiento activo del concurrente, tanto en los proyectos y funciones que asuma y elija dentro del Centro de día como en su propia vida y en su trama vincular. Se propiciarán espacios de reflexión y replanteamiento de sus decisiones, actitudes y decires, fomentando las opiniones, el debate activo, la resolución de problemas simples y actitudinales que puedan ser llevados luego a lo propio y cotidiano.

Se propone un espacio terapéutico grupal de frecuencia semanal y se organizan diversos talleres temáticos según intereses y proyectos grupales y/o institucionales, como el Taller de Sexualidad, de Derechos y discapacidad, Debates, Talleres que combinan lo terapéutico con disparadores artísticos, etc.

Se favorece el posicionamiento adulto del sujeto, en sus elecciones, valoraciones, asunción de responsabilidades y compromiso con los vínculos y su palabra. En este sentido, se plantea como crucial un trato de respeto y valoración de la intimidad en cada sujeto, así como el reconocimiento de sus derechos, desde una identidad que le permita hacer valer sus elecciones al mismo tiempo que asumir sus responsabilidades frente a ellas y frente a los otros, participando activamente en la planificación de su propio proyecto de vida. Se estimula por otra parte las funciones de atención y memoria, manteniendo el funcionamiento activo de estas en relación a categorías significativas; propiciando lo creativo con propuestas de actividades disruptivas a lo cotidiano. Se plantea un seguimiento con cada familia que permita generar un lazo de apoyo mutuo y habilite las condiciones requeridas para propiciar el proceso de autonomización y autodeterminación buscado en el concurrente.